¡Ojalá afeitarse fuera tan sencillo! Evita irritaciones, rasguños, cortes y pelos sueltos preparando la piel antes del afeitado y con un cuidado especial para después del mismo. Lávate la cara con un limpiador suave, aplica una capa de gel o espuma, escoge la cuchilla más apta para tu vello facial y tu tipo de piel e hidrátala después con un bálsamo o una loción.